Nuestro último destino: Mérida!! De ahí salía nuestro avión hacia Monterrey un día 6 de enero a las 22:00 horas… De vuelta a la rutina y nuevo comienzo de semestre, con muchas incertidumbres, y sentimientos encontrados de nostalgia y alegría.
En éste último trayecto del viaje nos habíamos dividido… Cada uno teníamos preferencias diferentes para visitar. En nuestro caso, Diogo y yo cogimos un bus a las 11:00 a.m para irnos hacia Mérida. Ahí pasamos la tarde, visitamos la ciudad, la cual es la más poblada de su Estado. Fue nombrada Capital Americana de la Cultura por su vocación y el gran impulso que ha dado a las actividades culturales. Además cabe destacar que fue fundada en el siglo XVI por el español Francisco de Montejo y León, conocido como "el Mozo". (Ahora es cuando un Mexicano diría, “Pinches españoles pendejos!”jeje, pero siempre de manera cariñosa…más les vale! J)
Finalmente, fuimos a cenar a un restaurante de comida yucateca… (Como su nombre indica, típica en la Península de Yucatán). A mí no me gustó demasiado, eran sabores muy novedosos, pero Dioguinho asegura que es la mejor comida que ha probado en México, para gustos…los colores! El bar sin embargo, me encantó…con su decoración tan mexicana y con una mujer mayor, sentada en una mesita pequeña elaborando pan con sus propias manos… Había también una pequeña biblioteca, en la que yo compre un libro muy especial y divertido que os enseñaré a mi regreso!! Que será………!!!!
Éste día fue muy divertido, una locura!!! Aún no se cómo pueden pasarte tantas cosas en tan pocas horas… nos reímos muchísimo!! Al menos, buen humor para terminar éstos días sin la famosa depresión post-vacacional!
Nuestro avión salió con retraso… y cuando por fín comenzó el vuelo, se dio el último episodio enfermizo de Diogo (causado por la niña Medeiros, acordaros…) Cualquiera diría que es médico… No se le ocurrió nada mejor que hacer buceo unas horas antes del vuelo… bajar hasta el fondo del mar, para horas después subir a lo más alto del cielo. Conclusión: con la presión del ambiente una sinusitis de caballo!!. Él se volvió medio loco en el avión diciéndome que le iba a estallar el ojo mientras me daba cabezazos "cual poseso", jaja, y yo corriendo a las azafatas a que me dieran agua e ibuprofeno!! Todo un desmadre!
Llegamos a Monterrey tardísimo, y es a las 3:00 de la madrugada, que me metí en mi camita, cuando concluyó definitivamente éste increíble viaje… Sólo fue al día siguiente cuando pude empezar a digerir todo lo vivido el tiempo de atrás.
Un mes sin parar de viajar…un mes de VIVIR y DISFRUTAR!
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